Ana Botín arranca un elogio a Trump: «Conozco muy bien su banco y ha hecho un trabajo fantástico»
La presidenta ejecutiva de Santander, Ana Patricia Botín, era una de las integrantes del panel de pesos pesados empresariales que hizo preguntas a Donald Trump tras su discurso en el World Economic Forum de Davos , en Suiza. La ejecutiva española tuvo mucha habilidad para convertir una desventaja en fortaleza . En el resto del panel había figuras muy conocidas para el nuevo presidente de EE.UU., como Stephen Schwarzman, consejero delegado de Blackstone y vecino de Trump en West Palm Beach, en la costa de Florida; o Brian Moynihan, consejero delegado de Bank of America, una de las grandes entidades de EE.UU. «Señor presidente, enhorabuena por esta victoria histórica», arrancó Botín en su pregunta, la última del panel en intervenir . «Creo que no me conoce tan bien como al resto de panelistas. Así que diré unas pocas palabras», anunció la ejecutiva antes de hacer su pregunta, y repasó los millones de clientes de Santander en todo el mundo y su amplia presencia en EE.UU. «Muchas gracias y enhorabuena», contestó Trump. «Conozco muy bien su banco y está haciendo un trabajo fantástico, enhorabuena», añadió antes de empezar a responder la pregunta. Trump venía de echar un rapapolvos en la pregunta anterior a Moynihan, al que recriminó que no trabaje con «negocios conservadores». No aclaró a qué se refería, pero advirtió al ejecutivo: «Lo que estás haciendo está mal». A Botín, al contrario, le regaló publicidad gratis por parte de la persona más poderosa del mundo, en el momento en el que todo el mundo tiene la atención puesta en él y en el foro económico más influyente del año. Su respuesta a la pregunta de la ejecutiva española –¿cuáles son sus prioridades sobre desregulación y cómo de rápido va a actuar?– fue lo de menos. Aseguró, claro, que actuará «muy rápido», defendió que ha hecho cosas «en tres días que nadie creyó que serían posibles en años» y después se perdió en meandros sobre el Green New Deal, la pandemia de covid, relaciones comerciales con Canadá y México, el horror de la guerra en Ucrania y sus progresos en Oriente Medio.
La presidenta ejecutiva de Santander, Ana Patricia Botín, era una de las integrantes del panel de pesos pesados empresariales que hizo preguntas a Donald Trump tras su discurso en el World Economic Forum de Davos , en Suiza. La ejecutiva española tuvo mucha habilidad para convertir una desventaja en fortaleza . En el resto del panel había figuras muy conocidas para el nuevo presidente de EE.UU., como Stephen Schwarzman, consejero delegado de Blackstone y vecino de Trump en West Palm Beach, en la costa de Florida; o Brian Moynihan, consejero delegado de Bank of America, una de las grandes entidades de EE.UU. «Señor presidente, enhorabuena por esta victoria histórica», arrancó Botín en su pregunta, la última del panel en intervenir . «Creo que no me conoce tan bien como al resto de panelistas. Así que diré unas pocas palabras», anunció la ejecutiva antes de hacer su pregunta, y repasó los millones de clientes de Santander en todo el mundo y su amplia presencia en EE.UU. «Muchas gracias y enhorabuena», contestó Trump. «Conozco muy bien su banco y está haciendo un trabajo fantástico, enhorabuena», añadió antes de empezar a responder la pregunta. Trump venía de echar un rapapolvos en la pregunta anterior a Moynihan, al que recriminó que no trabaje con «negocios conservadores». No aclaró a qué se refería, pero advirtió al ejecutivo: «Lo que estás haciendo está mal». A Botín, al contrario, le regaló publicidad gratis por parte de la persona más poderosa del mundo, en el momento en el que todo el mundo tiene la atención puesta en él y en el foro económico más influyente del año. Su respuesta a la pregunta de la ejecutiva española –¿cuáles son sus prioridades sobre desregulación y cómo de rápido va a actuar?– fue lo de menos. Aseguró, claro, que actuará «muy rápido», defendió que ha hecho cosas «en tres días que nadie creyó que serían posibles en años» y después se perdió en meandros sobre el Green New Deal, la pandemia de covid, relaciones comerciales con Canadá y México, el horror de la guerra en Ucrania y sus progresos en Oriente Medio.
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