Una crisis tan previsible como mal gestionada
Los partidos políticos, en su funcionamiento interno, se manejan mediante convenciones, reglas no escritas que se respetan entre quienes han crecido al calor de las siglas. Son maneras que se aprenden, códigos que no aparecen en ningún manual y que las más de las veces se escapan a las lógicas del ciudadano. Estar dentro es lo que les da sentido. Y en esta crisis que ha hecho saltar por los aires al PSOE de Santiago ninguno de sus protagonistas ha honrado esas convenciones. El estallido era tan previsible como nefasta ha sido su gestión. Si hubiera que buscar un origen, un kilómetro cero de este despropósito, sería sin duda la polémica votación de la ordenanza de las VUT. Con este... Ver Más
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