Esta es la temperatura que pueden soportar los gatos

La temperatura corporal de los gatos domésticos adultos comunes oscila entre los 38º y 39º grados, excepto para los gatos sin pelo, que tienen entre 2 y 4 grados más.

Ene 16, 2025 - 11:41
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Esta es la temperatura que pueden soportar los gatos

A rasgos generales, parece que los gatos domésticos toleran bien el frío, sin embargo, sienten y pasan frío como cualquier otro animal, y la exposición a unas temperaturas muy bajas pueden resultar fatales.

Al igual que sucede con los perros, hay varios factores que influyen en que un gato sienta antes el frío e incluso que se sienta cómodo jugando en la nieve. El tipo de pelaje, que puede ser de una capa corta y pegada al cuerpo como siameses y orientales, doble capa y pelo abundante como los gatos del bosque de Noruega o los azules rusos, e incluso carecer de pelo como los gatos desnudos peterbald y sphynx, es un elemento significativo en la capacidad de los gatos de mantener su calor corporal.

Los felinos que están enfermos, son ancianos o muy jovencitos, también tienen predisposición sentir frío debido a sus defensas bajas y un sistema inmunitario más débil. Además, la influencia de la humedad y del viento en un entorno con temperaturas frías también puede afectar a la capacidad de los gatos para regular su temperatura corporal.

A partir de los 7 grados: alerta de frío

La compañía inglesa de seguros para animales Pet Health Club ha creado un gráfico donde detalla los riesgos a los que se exponen los gatos ante temperaturas extremas. A partir de los 7 grados, la temperatura es potencialmente incómoda para los gatos y hay que proporcionarles un refugio cálido.

Entre los 6 y 0 grados, el riesgo es intermedio y todos los gatos necesitan refugio y calor, ya que una exposición prolongada puede ser peligrosa. Por debajo de cero grados, la temperatura se considera ‘extremadamente fría’ y advierten de que hay riesgo alto de congelación e hipotermia. Ningún gato debería estar en el exterior con temperaturas bajo cero.

Las orejas y las patas de los gatos pueden servirnos para que valoremos su temperatura general. Si un gato mantiene de forma óptima su calor corporal, las orejas y las patas deberán estar calientes, no frías. Si al tocarlos percibimos que estas extremidades están frías, es que la temperatura del entorno no está siendo la adecuada para las necesidades térmicas de los felinos domésticos.

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